EL TAMBO DE TENO
(La Aurora )
Cabalga
apesadumbrado y a momentos en inquietud el importante año de 1546, el que tras
el paso sur del río Cachapoal y hasta el río Maule, los indios de esta zona
están en paz, entre ellos los indios curis de Teno, quienes según algunos
historiadores, jamás opusieron resistencia a las tropas conquistadoras
españolas. Es más, se dice que no tuvieron participación en el asalto a la
recién formada ciudad de Santiago, en donde doña Inés de Suárez decapitó a
siete caciques y arrojó sus cabezas entre los indígenas que asediaban como
medida disuasiva.
El
conquistador Pedro de Valdivia se dirige al sur ese año, territorio que lo
atraería fatalmente, pues pretende con su columna llegar hasta el río Bío-Bío.
Tras pasar por Chimbarongo, se detiene en Teno, lugar donde los inkas habían
tenido antiguamente un tambo o posada.
Valdivia
come provisiones ese día y da órdenes de restablecer el tambo en Teno, para que
sus soldados encuentren un lugar de reposo y obtengan el suministro de víveres
necesarios, a fin de que repongan sus fuerzas desgastadas y puedan proseguir el
viaje.
De
esta manera, el pueblo indígena de Teno, con su reactivado tambo para pernoctar
y reponerse, se llena de viajeras tropas españolas en briosos caballos y con
ello se acaba para siempre la calma de los indígenas de este pueblo.
La
vida de Valdivia se envuelve poderosamente en un dinamismo constructor y
guerrero que lo lleva a Perú y al sur de Chile para fundar ciudades, hasta que
finalmente encuentra la muerte en la batalla de Tucapel, a manos de su propio
caballerizo, un muchacho que en su adolescencia mantuvo cautivo y a su servicio
en Santiago.
Lautaro
por su parte, desde su época de cautiverio había estudiado los puntos débiles
de los españoles y no sólo se limitó a reproducir los métodos de guerra de
estos en su propio ejército, sino que también improvisó los propios, adecuando
la estrategia al terreno, las circunstancias a un mejor resultado y ordenando
acertadamente las mentes de los toquis.
Lautaro
logró reunir un ejército de 4.000 hombres y destruir Angol y Concepción. Pero,
en su marcha él se dirigía más bien al norte, porque su objetivo fundamental
era Santiago.
Por
acuerdo de Lima y en medio de las disputas por quién sucedería a Pedro de Valdivia,
el imperio había designado a Francisco de Villagra para gobernar Chile. Este
germen de anarquía y desorden lo captaron los indígenas, repasando el Maule
Lautaro con su gente y adhiriendo tenazmente a todos los indios promaucaes que
pudiese a su causa guerrera en su viaje
a Santiago.
Ya
en 1556, había detenido su ejército a orillas del Mataquito y resistido los
ataques del capitán Diego de Cano y de Pedro de Villagra. Sus espías le
informaron de la llegada de Juan Godínez, para reforzar a Villagra y levantó el
campamento durante la noche, retirándose con prudencia más allá del Maule.
Pero,
en 1557 y ante la proximidad del invierno, el Gobernador Francisco de Villagra
decide regresar a Santiago tras una expedición al sur. En el camino es
informado de que las tropas de Arauco, encabezadas nuevamente por Lautaro, han
sobrepasado el Maule y marchan otra vez hacia Santiago.
Villagra
decide apresurar su marcha y adelantársele. Le informan, que al igual que el
año anterior, acampa a orillas del río Mataquito, frente al pueblo indígena del
mismo nombre, por lo que sigilosamente lo sigue, ocultándose en un bosque.
Desde
allí, y recordando que existen tropas españolas en el tambo de Teno, decide
enviar un “propio” o correo para solicitar la presencia del capitán Juan de Godínez.
El “propio” cabalgó al galope por el Camino del Centro hasta un lugar llamado Las
Palmas y desde allí por un ramal hasta El Guindo, luego hacia Comalle y finalmente
hasta llegar al tambo de Teno, el que estaba ubicado en el sector de La Aurora.
En
tan sólo unas horas, el capitán Juan de Godínez y Villagra se reunen en el
pueblo de Mataquito, hoy Peralillo, y concentrando sus tropas deciden atacar a
Lautaro. Apenas amanece, las tropas españolas observan las rucas del campamento
de Lautaro, y luego de comprobar que estaba protegido por el frente y por los
flancos, deciden escalar una serranía guiados por los indios picunches que les
acompañan y caer sobre él con fiereza y determinación, alertados los españoles con
anterioridad por indios enemigos de Lautaro, de que había estado en una gran
noche de borrachera.
Lautaro,
sorprendido en la oportunidad, decide vehementemente vender cara su vida y
logra en algo organizar su defensa. Pero, termina por caer herido de muerte
después de cinco horas de intensa batalla. Con la muerte de Lautaro los
españoles creían así haber terminado con la resistencia mapuche.
Desde
hace muchos años, especialmente los viajeros que transitan por el antiguo
Camino Real, el antiguo Camino Longitudinal que comprende desde el puente sobre
el Estero Quinta hasta las cercanías del sector La Aurora , señalan que al
despuntar el alba se escucha el gemido y el lloro de una mujer indígena,
seguido de una risa.
Los
vecinos indican que es el lloro de una india curi, servidora de los españoles
en el lugar y enamorada secretamente de Lautaro, que siente la muerte del gran
cacique. Se escucha en aquel sector, porque es donde estaba el tambo de Teno,
del cuál salió el capitán Juan de Godínez para auxiliar a Francisco de Villagra
y acabar juntos con Lautaro en las orillas del río Mataquito.
Se
dice que la risa que se escucha posteriormente, es un indicio que simboliza el reflejo
entre la tristeza y la furia contra los enemigos, depositadas irremediablemente
en el alma de una raza que lucharía por más de tres siglos y que causaría
problemas a los conquistadores por siempre.
Buena recopilacion como leyenda de TENO, aunque en realidad los lugares geograficos estan algo errados, pero como esto es historia-ficcion...pase.-
ResponderEliminarQue el TAMBO de Teno existio, pocas dudas quedan ya que el camino del INKA" si que esta aun, aunque en mal estado,Este pasaba por lo que fue la estacion de FF CC. de Quinta aproximadamente, seguia hacia la costa por los cerros aledaños(por su falda- no por arriba) y llegaba al sitio conocido como el estero Comalle(cerca de su puente)donde estuvo el antiguo reten. Y en el trayecto, hay una construccion en ruinas, de piedra trabajada, que seria el recinto conocido como "Tambo" por los Inkas.Ahi se guardaba comida, animalitos domesticos y lo mas importante un chasqui de relevo para enviarlo si llegaba a ser preciso.Tambien hay huellas de un punto donde se cocinaba, al parecer. Y todo ello en terrenos hoy privados por desgracia pues NO se puede atender a su restauracion o siquiera conservacion.
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